A lo largo de la vida de una mujer y dependiendo en la etapa en la que se encuentra, se producen cambios y desajutes de sus niveles hormonales que pueden dar lugar a diferentes síntomas de alerta.
Las hormonas actúan como mensajeros regulando diferentes procesos fisiológicos. Es por eso que, cualquier desequilibrio en este complejo sistema, dará lugar a múltiples síntomas que debemos reconocer.
Los síntomas más comunes y que nos indican que tus hormonas están algo alteradas son:
- Cambios en la lívido.
- Cambios de humor.
- Alteraciones en la menstruación.
- Reglas dolorosas.
- Síndrome premenstrual.
- Ansiedad por comer.
- Aumento de peso.
- Migrañas.
- Insomnio.
- Acné.
- Alteraciones intestinales.
Las causas más habituales pueden ser:
- Patologías como la endometriosis o la adenomiosis.
- Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP).
- Hiperestrogenismo secundario a desequilibrios en el metabolismo de los estrógenos/progesterona.
- Excesiva secreción de prostaglandinas inflamatorias que interfieren en el dolor peri menstrual.
- Inflamación sistémica secundaria a alteraciones intestinales y/o estrés crónico.
- Disbiosis intestinal que repercute en la detoxificación de los metabolitos estrogénicos, dando lugar a recirculación y toxicidad.
- Déficits nutricionales secundarios a una dita desequilibrada. Ausencia de cofactores nutricionales que desempeñan un papel crucial en el buen funcionamiento de nuestro eje hormonal.
- Disruptores endocrinos, tóxicos endógenos que son capaces de mimetizar a nuestras hormonas alterando así el buen funcionamiento de nuestro eje hormonal.
Cuando queremos afrontar estos síntomas, debemos trabajar en buscar su origen. Ir más allá y ver qué está originando esa molestia.
Desde la Salud Integrativa, se pueden trabajar muchas de las causas descritas anteriormente. Una dieta adaptada a las necesidades del momento, suplementación específica, abordaje psico/emocional, deporte y educación sanitaria.
By Mire