Infertilidad en la mujer.

Causas de la infertilidad en la mujer.

Antes de entrar de lleno a cerca de las causas de la infertilidad en la mujer, en primer lugar, vamos a responder a la siguiente pregunta:

¿Qué es la infertilidad en la mujer?

Se define como la imposibilidad de conseguir un embarazo y su llegada a término con un recién nacido sano, tras doce meses de relaciones sexuales sin protección.

¿Cuáles son las causas de infertilidad?

Infertilidad. Fisiopatología.

Es un proceso que afecta alrededor del 15-20% de las parejas en edad reproductiva (en países industrializados). Las causas son multifactoriales y radican por igual (cerca del 30%), tanto en el varón como en la mujer.

Infertilidad femenina

Cerca del 80% de la infertilidad en la mujer se debe principalmente a:

  • Edad avanzada.
  • El factor tubárico (trompas de Falopio).
  • Factor ovulatorio.
  • Factor uterino.
  • Endometriosis.
  • Otros factores de riesgo: diabetes, obesidad, enfermedades de transmisión sexual, depresión, alteración de la tiroides, alteraciones autoinmunes, disruptores endocrinos, etc.

Infertilidad masculina.

La infertilidad en el varón se debe principalmente a:

  • Alteraciones del tracto genital que dificulta que el semen pueda llegar al fn,do de la vagina durante el coito.
  • Disfunción eréctil.
  • Alteraciones del semen.
  • Alteraciones anatómicas del aparato reproductor masculino.
  • Obesidad.

Infertilidad mixta.

Un 20% de las causas de infertilidad serán mixtas. Es decir, los dos miembros de la pareja son responsables. Existe también un 20% restante que llega a ser una causa inexplicable por no poder dar respuesta médica.

¿Cómo se diagnostica la INFERTILIDAD?

El estudio de una pareja infértil se debe efectuar tras un año de ausencia de embarazo, manteniendo relaciones sexuales sin protección.

El estudio de infertilidad será simultáneo en ambos miembros de la pareja. Se deberá estudiar la adecuada funcionalidad anatomo-fisiológica de los gametos femeninos. Se llevará cabo el desarrollo de la historia clínica y la exploración física pertinente a través de ecografías u otros métodos de diagnóstico.Se debe solicitar exámenes complementarios de forma sistemática, y siempre respetando una buena relación costo-efectividad.

Tratamiento de la infertilidad mediante medicina integrativa.

La medicina integrativa, trabaja la infertilidad teniendo en cuenta a la pareja desde un punto de vista bio-psico-emocional. Ofrece apoyo a la medicina convencional en la rehabilitación y recuperación de hábitos de vida saludables. De esta manera, ayuda a optimizar la salud reproductiva a través de cuatro pilares. La alimentación, la suplementación ortomolecular, trabajo emocional y el ejercicio físico.

¿Cómo tratar la INFERTILIDAD?. Proceso mediante un tratamiento integrativo de salud.

Tendremos un gran margen de participación en terapia integrativa, en aquellas infertilidades que estén asociadas a una patología subyacente. Son aquellas, en las que el estilo de vida y hábitos saludables nos pueden ayudar notablemente.

Desde el punto de vista integrativo, se debe llevar a cabo una anamnesis completa para conocer en profundidad posibles alteraciones que puedan interferir en nuestra salud reproductiva. Se estudiará al paciente teniendo en cuenta todos los sistemas del cuerpo humano. Además, se llevará cabo un registro de los hábitos de vida de ambos miembros de la pareja, tipo de alimentación, estudio cronobiológico y estado físico. Este registro pretende llevar a cabo un tratamiento personalizado y adaptado a las necesidades de cada miembro de la pareja.

Alimentación para la infertilidad.

Teniendo en cuenta que la infertilidad puede ser causada por estados sub-óptimos nutricionales. Bien sea obesidad, u otras patologías que tienen repercusión directa sobre el estado fisio-metabólico de la persona (síndrome de ovario poliquístico, diabetes, hipotiroidismo, etc.). La alimentación cobra especial importancia en el abordaje terapéutico de la infertilidad.

Se llevará a cabo un estudio antropométrico y se elaborará un plan dietético-nutricional guiado. El objetivo es corregir aquellas conductas que puedan estar afectando negativamente en la salud reproductiva de la persona.

Se ha demostrado que los cambios en la dieta son capaces de reducir las alteraciones en el ciclo menstrual y mejorar la fertilidad. Una alimentación equilibrada, en la que no se excluya ningún macronutriente principal de la dieta y rica en micronutrientes específicos será clave para mantener un estado óptimo nutricional.

La infertilidad y sus tratamientos prolongados suelen estar asociados a alteraciones en la estabilidad psico-emocional. En este sentido, la alimentación cobra especial relevancia. Se presta atención en reducir el consumo de aminoácidos que compiten con la tirosina (precursor de endorfinas que otorgan bienestar emocional) por el paso al cerebro, a través de la barrera hematoencefálica (sobre todo la leucina, isoleucina y valina). Esto implicará reducir el consumo de carne, lácteos y maíz, por ser sus principales fuentes.

Infertilidad en la mujer. Recomendaciones nutricionales.

Las recomendaciones nutricionales generales incluirán:

Dieta de menor contenido glicémico.

Se optará por un consumo de carbohidratos reducido y de lenta absorción. Facilitarán el depósito muscular de los aminoácidos que compiten con la tirosina favoreciendo la recuperación de nuestro estado emocional.

Aumento en el consumo de Ácidos Grasos Insaturados (AGI).

De gran impacto en la función reproductiva por estar relacionados con la formación de hormonas esteroideas, la salud de las membranas celulares y el impacto sobre las gónadas y su buen funcionamiento.

Suplementación con complejos multi nutricionales específicos.

Deben recetarse la suplementación y cantidades adecuadas para cada caso concreto.

Dieta sin gluten.

Actualmente existen múltiples estudios de que la enfermedad celíaca y la intolerancia al gluten (incluso sin llegar a ser celiaquía) son causas importantes de infertilidad y de abortos espontáneos. Por esta razón, en las mujeres celíacas o con intolerancia al gluten, se produce una respuesta autoinmune desde la mucosa del intestino dañando las pequeñas vellosidades que absorben los nutrientes y las grasas. Esto deja el intestino incapaz de absorber los nutrientes eficazmente y puede causar déficits de ácido fólico, hierro, vitamina D y otros nutrientes críticos para la fertilidad y un embarazo saludable.

Complementación con ortomolecular y fitoterapia.

Existen varias vías de activación y/o regulación de los mecanismos que implementan una mejor gestión de las hormonas sexuales y en consecuencia de la salud reproductiva.

Complementación para tratar la infertilidad.
Drenadores hepáticos.

Nos ayudarán a eliminar adecuadamente el exceso de estrógenos circulantes favoreciendo su eliminación a través del riñón.

Complex B: Ácido fólico (B9) y cianocobalamina (B12).

Son vitaminas del grupo B necesarias para la división celular y evitar posibles problemas del tubo neural del bebé. Un déficit de vitamina B9 está relacionado con el riesgo de aborto. Por ello el consumo de vegetales, frutas y legumbres deben ser la base de la alimentación. Un déficit de vitamina B12 es una vitamina es imprescindible para el correcto crecimiento y desarrollo del futuro bebé. La vitamina B12 la encontramos en las proteínas de origen animal como la carne, pescado y los huevos.

Aminoácidos energizantes y euforizantes.

El aminoácido L-fenilalanina es precursor de L-tirosina, que se transforma en el cerebro en endorfinas (dopamina y noradrenalina) que actuaran positivamente en la gestión del estrés emocional.

Probióticos. Un gran complemento para tratar la infertilidad.

Existen múltiples estudios que dan soporte a la idea de que la microbiota se encuentra en relación directa al estroboloma (conjunto de estrógenos que gestionan la actividad hormonal).

Oligoterapia. Un buen apoyo para el tratamiento de la infertilidad.

Oligoelementos como el zinc y el cobre nos ayudarán a regular el eje hipotálamo-hipofisiario-genital. La deficiencia de uno o dos de estos oligoelementos puede provocar en la mujer un aborto espontáneo, malformaciones, o bien, retraso en el crecimiento o prematuridad del bebé. Una alimentación variada nos aporta estos nutrientes en su cantidad adecuada.

Vitamina D

La carencia de vitamina D puede aumentar la tasa de aborto durante las primeras semanas del embarazo. Según estudios recientes, esta vitamina mejora las condiciones del endometrio para que el embrión tenga más probabilidades de implantación. La exposición solar es el factor principal en la producción de calciferol (vitamina D3). También podemos encontrarla (en menor proporción) en alimentos como los lácteos, pescado azul y el huevo.

Antioxidantes.

Los radicales libres producidos por el estrés oxidativo del cuerpo pueden afectar considerablemente la fertilidad. Las vitaminas A, C y E (sobre todo presentes en las frutas, verduras y grasas saludables) ayudan a disminuir este proceso de oxidación además de que son necesarias para el desarrollo de la placenta. La Coenzima Q10, es un potente antioxidante que nos ayudará a mejorar el rendimiento energético de las células (mitocondrias). En las mujeres mejora el funcionamiento del óvulo aportándole más energía (recomendado en mujeres mayores de 35 años y mujeres que tienen baja reserva ovárica). En los hombres ayuda a producir energía (ATP) necesaria para la movilidad espermática.

Omega 3.

El DHA es una grasa del grupo omega-3 beneficiosa para el organismo. Las membranas de los espermatozoides poseen gran cantidad de DHA y en caso de déficit, se produce una mayor rigidez y menor flexibilidad de la membrana dificultando la fecundación del óvulo. Interfiere también en la producción de hormonas esteroideas y el buen funcionamiento del ciclo menstrual. Lo encontramos en el pescado azul, aceites vegetales, frutos secos y semillas entre otros.

Tóxicos ambientales.

En los últimos años se ha desarrollado un creciente interés científico para conocer la relación que existe entre la exposición ambiental y ocupacional con tóxicos y contaminantes.  Se valoran diferentes alteraciones en la salud humana. Una de ellas es la capacidad reproductiva en ambos sexos.

Se denomina contaminación ambiental a la presencia de elementos perjudiciales (químicos, físicos o biológicos) en el medio ambiente, que supongan un daño para los seres vivos que lo habitan.

Múltiples estudios indican que una proporción de casos de esterilidad, con causa desconocida, podría atribuirse o relacionarse con distintas exposiciones ambientales o profesionales a contaminantes, donde el individuo se vería sometido a un estrés oxidativo elevado y a un perjuicio a nivel genético y epigenético en sus células reproductivas.

Tratamiento de la infertilidad desde un abordaje integrativo.

Desde el abordaje integrativo, tendremos en cuenta hábitos de vida de la pareja. Relación con el posible consumo de tóxicos ambientales que puedan estar interfiriendo negativamente en su estado de salud. El tratamiento irá enfocado a realizar un estudio de detección selectiva en lo que respecta a la absorción de toxinas, detoxificación del organismo si así lo requiere. Por otra parte, será necesaria la educación sanitaria en cuanto al consumo de diferentes productos. Se recomendará la alimentación de origen ecológico. Además, la utilización de cosméticos determinados, también de carácter ecológico. Por contra, deberemos eliminar principales tóxicos ambientales, el consumo de alcohol, tabaco, etc.

Práctica de ejercicio físico para la infertilidad.

La práctica de ejercicio se deberá adaptar a las necesidades personales de la persona. Se llevará a cabo un trabajo integral por parte del preparador físico, la nutricionista integrativa y el médico. Se debe regular el entrenamiento, la ingesta calórica y promover un estilo de vida saludable que se adecue a las necesidades de la paciente y tenga impacto directo en la mejora de su estado de salud.

La importancia de la gestión emocional.

La Infertilidad tienen un impacto directo en la salud y bienestar del estado psico-emocional de la pareja generando un estado de estrés crónico. El estrés activa una vía hormonal en el cuerpo llamada eje hipotalámico-pituitaria-suprarrenal (HPS). La activación del eje HPS está asociada con el aumento de los niveles de cortisol y de la hormona liberadora de corticotropina (HLC). El eje HPS, el cortisol y el HLC ayudan a controlar la respuesta al estrés en el cuerpo. La liberación de HCL y cortisol puede suprimir los niveles normales de las hormonas reproductivas teniendo un impacto directo en nuestra salud reproductiva.

A nivel cortical, el incremento de la dopamina permitirá mejorar la estabilidad psico-emocional y encontrar respuestas adaptativas que nos ayude a paliar el impacto del estrés cronificado. De igual modo, se aconseja recurrir en caso de necesidad, a un profesional especializado.

Mire

Todas somos conscientes que la salud es importante, aunque a veces no le damos la transcendencia que se merece hasta que padecemos algún percance. Cuídate y mímate, no hay nadie mejor que tu misma para hacerlo. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

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